lunes, 22 de enero de 2007

Un cotidiano lunes de enero

Naciendo el lunes de un extraño fin de semana.....

que comenzó el viernes con mis amigos en un fraternal asado y en una noche conversada hasta el amanecer, especialmente con uno de ellos, que con poco conocerme aún cometió el error de salir de su propio departamento sin llaves y dejarme sola durmiendo, con lo que después desperté con un citófono que sonaba incesantemente y que por supuesto no alcance a contestar; solo cuando volvía somnámbulamente a la cama alcance a escuchar a alguien que gritaba mi nombre desde la calle, es útil considerar que a estas alturas ya era sábado como a las 9:30 de la mañana y que de la calle a la cama solidaria que me cobijaba habían al menos 7 pisos de distancia y efectivamente me asomé somnolientamente por la ventana y era El el que gritaba amablemente mi nombre..... en fin comprendí que trataban de despertarme y al parecer desde a hace mucho rato.
Bueno, lo útil de esto es que al menos en la segunda salida de la mañana, mi amigo, comprendió que debía llevar las llaves y, solo entonces, pudo volver al depto sin escándalos y sin dejar que todo el mundo supiera que El se había quedado fuera, y en esta segunda ocasión, esta vez desperté amablemente con una invitación a tomar desayuno. El sueño me atropellaba pero de alguna forma me levante y desayunamos juntos, lo ameritaba después de tanto sacrificio del dueño de casa.

Después del desayuno y de despedirme de Ël, que partía a la casa familiar, me acosté nuevamente y un acto casi máximo de rebeldía, apagué el teléfono celular, con lo que me quedaba sin depender del reloj y de la alarma. Luego de bañarme, partí a la casa de otra amiga a entregarle una invitaciones para un concierto en la noche, me entretuve un rato con mi ahijada que es su hija, y el nuevo miembro de la familia que es mas pequeño aún.

Solo partí a mi casa como a las 3 de la tarde, donde me esperaba un marido listo para partir a Tunquen, donde nos esperaban otros amigos, pero esta vez amigo de ambos. Almorzamos en tarde y luego nos acostamos a dormir siesta, con el detalle que la mía fue hasta las 10 de la noche y cuando me incorporé todos los invitados ya comenzaban a instalar el juego de mesa “La Trivia” con su consiguiente variedad de tragos al lado y por supuesto cositas ricas que comer también. Fue una noche larga y entretenida, que después transformó en observar un cielo tan estrellado como el que veía de niña en mis tierras patagónicas, solo que ahora conocía algo mas de los astros y constelaciones a través del telescopio y especialmente el cometa que nos visito el fin de semana. Otra noche de acostarse tarde y despertar tarde. El domingo transcurrió con calma y comenzó a finalizar con una hermosa puesta de sol de mil colores en la playa.

No se si sería la puesta de sol, el cometa, el desconectarse o quizás que cosa, que después de todo lo vivido ayer y de las lindas experiencias compartidas, es que hoy amanecí con la tranquila sensación de haber tenido un rico reencuentro con mi esposo, que me anima a manejar con mas cuidado las reflexiones que he tenido últimamente, respecto a mi vida, a mis intereses, a mi pareja y a mi fututo.